Está muy extendido y normalizado hablar de los duelos cuando fallece alguien cercano, o incluso con otro tipo de pérdidas, como rupturas amorosas, pero existe otro duelo muy doloroso y que se tiende a restar importancia, como es el duelo por perder a una mascota.

Muchas personas sienten un vínculo muy intenso con sus mascotas y en muchos casos el entorno no suele reconocer la pérdida de éstas como algo importante. Se suele escuchar mucho la frase “si era solo un perro”.  Sin embargo, esta pérdida y todo el dolor que conlleva no es menos válido que cualquier otra, y hacer su proceso de duelo es igual de importante. Tenemos que aceptar la situación y adaptarnos a una nueva vida sin la mascota, y para ello es fundamental atravesar todas las emociones que se despiertan durante el duelo.

El fallecimiento de una mascota puede ir acompañado de varias reacciones, igual que cuando muere una persona cercana. Las personas en esta situación suelen conectar con una profunda sensación de tristeza, angustia y sensación de soledad. Las fases del duelo son las mismas que en los demás procesos.

Es importante en estos casos poder estar triste y cuidarnos a lo largo de este proceso para poder atravesarlo de la manera más sana para uno mismo. Esto hay que tenerlo presente porque la incomprensión que se puede sentir en estos casos, muchas veces hace que nos callemos nuestras emociones por miedo a que no nos entiendan o porque nos sentimos culpables por sentirnos así y nos exigimos estar bien y esto hace que no elaboremos el duelo como necesitamos o que lo llevemos de manera silenciosa y sin un respaldo, lo que en muchos casos hace que nos sintamos solos en el proceso, y más tratándose de una pérdida vincular.

Si te has sentido identificado con este artículo, dale importancia a tu proceso de duelo y permítete pedir ayuda si lo necesitas.

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