En la actualidad estamos viviendo un cambio muy importante en cuanto a los derechos de la mujer y al señalamiento de los abusos que esta figura lleva sufriendo a lo largo de los años. Este es un tema bastante controvertido que implica no solo un área psicológica y emocional que es en el que entraremos, si no un área legal/político que no tocaremos.
En este blog hablaremos de conductas abusivas, integrando aquí los abusos sexuales, de poder, psicológicos y emocionales. Cuando se produce un abuso sexual ya sean tocamientos, penetración, verbalizaciones obscenas o conductas sexualizadas (entre otros), se producen sin consentimiento de la persona agredida y generalmente por una figura con “mayor poder” (físico, jerárquico, de estatus…) provocando consecuencias en la persona abusada en su integridad física y psicológica-emocional.
Consideramos importante introducir este blog realizándonos una pregunta ¿se producen más abusos en la actualidad o se comunican más? En estos últimos meses están a la orden del día noticias virales como el abuso que sufrió la jugadora de fútbol Jenni Hermoso por parte del Presidente de la Federación de Fútbol al ganar el mundial o el abuso vivido en directo televisivo por la reportera Isa Balado por un ciudadano. Estos son algunos ejemplos de la realidad que se está viviendo en nuestra sociedad, y a la que, desde hace un tiempo hasta ahora, se hace eco y se señala como abuso. Parece por tanto que la educación basada en el feminismo y en la igualdad de derechos para todas las personas está sirviendo para poder identificar cuando suceden estos abusos, a ponerle nombre de abuso y no normalizarlo y a poder denunciarlo para que no siga produciéndose. En la actualidad existe más unión social en no normalizar estos comportamientos y no castigar a las personas que lo denuncian. Esto a su vez hace que disminuya el miedo a poder hablar de ello y se le dé más voz a estos hechos cuando suceden.
A pesar de todo lo mencionado anteriormente, y de todo lo avanzado en los últimos tiempos, nos encontramos en terapia muchas mujeres que han normalizado abusos, muchas mujeres abusadas y muchas adolescentes que confunden ciertas conductas abusivas con muestras afectivas. ¿Por qué es tan importante detectar estos abusos y abordarlo en terapia? Muchas veces estas personas han interiorizado que esos abusos pueden darse y que por tanto no tenían derecho a quejarse, enfadarse o actuar legalmente. Es decir, se bloquean emociones porque a nivel social se han juzgado esas emociones y se le han quitado importancia. Sentirse culpable, responsable, o incoherente tras un abuso sexual es esperable dentro de la sociedad en la que vivimos. Mediante el proceso de terapia acompañamos para pasar de esa culpa, bloqueo emocional o normalización a una mirada más amable con una misma, desresponsabilizando a la víctima, permitiendo las emociones que aparezcan (rabia, enfado, tristeza…) e integrando el suceso narrativo con las sensaciones físicas y emocionales.