Cada vez está más extendido el cuidar de la salud mental y con ello ir a terapia psicológica, pero dar este paso muchas veces conlleva una carga emocional importante, ya que en el proceso terapéutico se trabaja sobre malestares internos que no solemos tener presentes en el día a día. Y cuando decidimos dar el paso, a veces es difícil decidir con qué terapeuta comenzar el proceso y para ello es importante tener en cuenta el enfoque desde el que trabaja para ver cuál encaja más contigo.

El enfoque terapéutico es la manera particular que tiene el terapeuta de guiar la relación entre éste y el paciente y de explicar e interpretar sus vivencias, para poder construir las herramientas necesarias para poder hacer frente a su malestar. Los terapeutas pueden utilizar en los procesos un único enfoque o combinar varios, pero lo más importante es que éste se adapte a las necesidades del paciente a lo largo del proceso. En este artículo os vamos a hablar de los enfoques que más se suelen utilizar:

Terapia humanista: Esta terapia se centra fundamentalmente en el mundo emocional actual del paciente, entendiendo cómo se ha desarrollado a raíz de su historia, para desde ahí poder desarrollar herramientas para cubrir sus necesidades. Parte que la evitación de la emoción es lo que refuerza los síntomas el mantenimiento de los síntomas. Por otro lado, refleja que tenemos necesidades que debemos cubrir (fisiológicas, de seguridad, amor y pertenencia, autoestima y realización personal), y nuestras acciones van en dirección a satisfacerlas. Cuando no podemos cubrirlas es donde comienza nuestro malestar, por lo que habría que ver qué está ocurriendo y cómo han sido cubiertas estas necesidades durante la vida de la persona que hace que a día de hoy no podamos darnos aquello que necesitamos.

-Terapia cognitivo-conductual: Este enfoque se centra en elaborar unos objetivos específicos que eliminen el síntoma de malestar que trae la persona en el a corto plazo (por ejemplo, trabaja sobre los síntomas de ansiedad) en lugar de profundizar en el origen de dicho síntoma. Para resolver esto, este enfoque se centra en los pensamientos del paciente y en la conducta, ya que considera que son los componentes que mantienen los síntomas y se trabaja a través de pautas específicas y directivas, y psicoeducación sobre los funcionamientos que subyacen al síntoma.

Terapia sistémica: considera que nuestras dificultades dependen de las relaciones importantes que construimos. Y la base de cómo construimos nuestras relaciones con figuras vinculares importantes viene del sistema familiar. Muchas veces se trabaja con todas las partes que construyen el sistema (familiar, de pareja, etc) y otras veces se trabaja de manera individual considerando el papel que forman tanto la persona como el síntoma en el sistema y realizar un cambio desde ahí. Cuando se produce un cambio en el sistema, este enfoque parte de que se produce una movilización en todo el sistema y sus miembros.  que a su vez haga que se movilice todo el sistema.

-Psicoanálisis: este enfoque se centra en explorar los pensamientos, emociones y deseos que están en el inconsciente porque considera que al no ser conscientes de ellos afectan a nuestra conducta.  Ello implica también explorar el pasado de la persona, ya que desde esta corriente se entiende que el inconsciente se ha ido creando a lo largo de nuestra vida y eso hace que haya un impacto en el presente. Al ir trayendo a la conciencia recuerdos, emociones, etc. Del pasado, se va realizando una conexión de cómo interfiere en el presente para poder ir sanando heridas emocionales que se hayan formado en el pasado.

-EMDR: Esta terapia consiste en acceder a través de estimulación bilateral de los hemisferios cerebrales a emociones, pensamientos y sensaciones físicas que están asociados a experiencias traumáticas y que quedaron bloqueados en nuestro cerebro debido a que en su momento la activación emocional era tan alta que nuestro cerebro no lo podía procesar. Esto permite procesarlo desde el momento actual, para así desarrollar recursos internos que nos permitan que nuestro cerebro vuelva a tener un funcionamiento más adaptativo.

Es importante tener en cuenta además, que muchas veces pensamos que necesitamos un tipo de enfoque porque nos hace sentir más cómodos pero en realidad es porque tenemos ciertas resistencias a profundizar en aspectos dolorosos de nuestra vida o nos cuesta conectar con cosas en las que percibimos que tenemos dificultad.

Si tienes dudas sobre estos enfoques no dudes en ponerte en contacto con nosotras.

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