Muchas veces uno de los miedos que aparece a la hora de ir a terapia es saber con qué profesional hacerlo, y si la terapia funcionará y me hará sentir mejor. En este blog vamos a hablar de algunos aspectos que consideramos relevantes a la hora de buscar un psicólogo y qué cosas tener presentes durante la terapia para saber si está sirviendo o no.
¿Qué es importante tener en cuenta a la hora de iniciar un proceso de terapia?
En primer lugar, es importante saber que la terapia es un proceso, y esto significa que es totalmente imposible que en 2 meses se elimine el malestar. La duración del proceso depende de cada persona (contenido por el que viene a terapia, resistencias que aparecen en el proceso, disposición y trabajo detrás de las sesiones…), pero generalmente un proceso de profundidad no dura menos de 10 meses.
También es importante que a la hora de buscar un psicólogo pienses en cómo te sentirías más cómodo, si estando con una psicóloga o psicólogo, si prefieres que sea cerca de casa o no, si la modalidad quieres que sea presencial u online, y tipo de enfoque. Esto último muchas veces es difícil de elegir puesto que no todo el mundo conoce los diferentes enfoques de la psicología. Psicodinámico o psicoanálisis, cognitivo-conductual, humanista (terapia focalizada en la emoción, Gestalt, focusing…), sistémico (terapia familiar y de pareja). Generalmente la demanda del paciente se puede trabajar desde todos los enfoques, pero el abordaje es diferente. Aunque es verdad que a veces dependiendo del origen del malestar, resistencias, personalidad… nos puede encajar mejor un enfoque que otro, o dependiendo del motivo de consulta. Por ejemplo, si la dificultad es familiar, el enfoque sistémico puede ser más recomendable que el resto. En cualquier caso, si tienes dudas en esto es importante que antes de iniciar un proceso de terapia puedas preguntárselo al psicólogo con el que vas a estar.
Si tu motivo de consulta es algo muy específico, puedes buscar también un profesional que esté especializado en esto, por ejemplo, si es una dificultad con las adicciones, puedes buscar un profesional experto en adicciones.
Red flags de intrusismo profesional
Cada vez más existen profesionales que no son psicólogos y realizan acompañamientos terapéuticos. Nosotras siempre recomendamos que la persona con la que realices tu proceso sea psicólogo y tenga la titulación y formación obligatoria (Grado o Licenciatura en Psicología y Máster General Sanitario que es el habilitante).
Si encuentras que tu psicoterapeuta tiene titulación de coach, ha hecho un curso de terapeuta o formaciones no regladas podrían ser indicadores de que no es psicólogo.
En cualquier caso, es importante que la persona que te acompañe en tu proceso de terapia además de estar formado tenga una estructura de las sesiones ya sea de manera online o presencial: una duración de las sesiones determinada, una frecuencia determinada, un precio fijado, un lugar fijado para realizar las sesiones (ya sea online, domicilio o en un centro). Si alguna de estas cosas no sucede (por ejemplo, haces las sesiones en un parque, unas veces duran 2 horas y otras media hora, el precio es el que estimes…), recomendamos que llames al Colegio Oficial de Psicólogos para corroborar que esta persona está formada para realizar esta labor.
Durante el proceso de terapia, ¿cómo saber si está funcionando?
Ante esta pregunta la respuesta más inmediata es: si te está sirviendo y te hace sentir mejor, está bien.
Si llevas varios meses de terapia y sientes que hay algo del terapeuta que no te cuadra: su forma de comunicar las cosas no te parece adecuada, el contenido de lo que te dice no te encaja, te sientes incómodo, llega tarde a sus citas y no recupera el tiempo, acorta las sesiones, cambia constantemente los horarios, etc. Es importante que cambies de terapeuta o que comentes estas cosas en sesión.
Otras veces puede suceder que el proceso de terapia no funciona porque la persona que viene a terapia no está preparada para hacer cambios que se trabajan en sesión. Si sucede esto, es importante que psicólogo y paciente lo aborden en terapia y valoren a qué se debe esto y qué hacer con el proceso.
El hecho de ir a terapia no significa que siempre vaya a funcionar. Al ser un proceso donde se trabajan cosas tan sensibles, y al tratarse de una relación entre 2 personas (psicólogo y paciente), hay veces que no encajan estas 2 personas y no significa que sea problema de alguno de ellos. Por eso en las primeras sesiones es muy importante que, si como paciente no te sientes cómodo, cambies de terapeuta o lo verbalices en la sesión.