Actualmente las nuevas tecnologías forman parte de nuestra vida cotidiana, en muchos casos, prácticamente desde que nacemos. Con ello, las redes sociales se han vuelto un accesorio que está a la orden del día. ¿Pero cómo pueden afectar las redes sociales sobre nuestra imagen corporal?
Muchas veces hablamos de imagen corporal como la forma de nuestro cuerpo, sin embargo, no podemos dejar a un lado que esta forma corporal va de la mano de la percepción subjetiva sobre ésta y ello marca el cómo nos sentimos en relación a nuestro cuerpo. Esta percepción sobre nuestra figura corporal es especialmente vulnerable en la etapa de la adolescencia, y no es estática, vamos construyéndola a lo largo de nuestra vida y a medida que vamos creciendo va volviéndose más sólida. Está muy determinada por los cánones de belleza socialmente establecidos que determinan lo que es un cuerpo bonito y lo que no lo es.
Las redes sociales juegan un papel muy importante sobre esta imagen corporal, ya que muchas veces se convierten un escaparate de “belleza” a través de las imágenes que se publican. A diario se suben fotografías, se ven imágenes de otras personas o conocidas o desconocidas e incluso famosas, y además se crean filtros que modifican los rostros haciendo que las personas se asemejen más a los cánones de belleza socialmente establecidos.
A través de todo ello, recibimos constantemente un bombardeo de información que nos da un feedback de lo que es lo aceptado o atractivo socialmente. Esto abre una puerta a la comparación social a través de las imágenes, que influye sobre nuestras expectativas y autoexigencias relacionadas con nuestro cuerpo. Y no solamente esto, sino que además de que esta información sea muy accesible, los algoritmos de estas redes están relacionados con las búsquedas que realizamos y el contenido que vemos, por lo que si buscas información o ves imágenes relacionadas con los cambios físicos, te saldrá publicidad constantemente sobre ello.
Todo esto, puede facilitar el desarrollo de una autoimagen corporal negativa ligada a un gran malestar, emociones de culpa, vergüenza, tristeza etc. Y puede influir en la relación que tenemos con nuestro cuerpo y en las conductas que hagamos en relación a ese malestar.
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